viernes, 20 de mayo de 2011

Ahora lo sé.

Ahora se qué es el amor, ese sentimiento que tan pocas personas pueden describir. Lo cierto es que definirlo, completarlo únicamente a base de palabras es imposible, es simplemente la infinidad, palabras, emociones, sentimientos antagónicos bailando en un círculo realmente complicado de romper.

Ahora sé que amor es acostarte pensando en esa persona, no poder dormir y sentir felicidad por ello, porque de esa manera esa persona estará ahí contigo, en tu mente, sin alejarse un solo segundo de tu lado. Es escuchar el despertador y en vez de levantarte resignada, salir bruscamente de la cama con el corazón desenfrenado, no tener ni un solo segundo para nada porque el amor es tan egoísta que solo esa persona puede ocuparte, hacerte sentir la persona más importante y la más estúpida del mundo con solo un gesto, una palabra...

Amor es tener algún aspecto destrozado de tu vida, ver a esa persona feliz y olvidarte, por esos instantes en los que compartís el tiempo, de todo lo malo para solo darle importancia a sus ojos, su sonrisa, a cada detalle que te ha hecho enamorarte y justamente lo contrario, sentir una alegría inmensa y en un segundo notar que se ha esfumado al verlo, porque si él está mal, tu también estás mal.

Amor es confiar ciegamente, darlo todo sin pedir nada a cambio, sacrificarse para buscar todo aquello que hace feliz a esa persona sin importar prácticamente nada tus preferencias. Es el deseo de agotar todo tu tiempo junto a él, no poder sacar de tu cabeza las ansias de locura y, a la vez, obligarte a parar a ti y a esa persona, como comportamiento para pedir de forma educada al destino, amor eterno.

Es ser más feliz que nadie cuando te dedica una sonrisa, cuando se acerca a ti para decirte lo mucho que te quiere, es sentir el fuego arrasando en tu interior cuando clava sus ojos en los tuyos, cuando acaricia tu piel y besa tu frente, tu cuello y tus labios. Es sentir miedo por el fin, llorar, ser azotada por la desolación y hallar como mejor amiga a la tristeza, obligarte a olvidar, dejar pasar el tiempo y darte cuenta de que aunque aparezca otra persona, él siempre estará grabado en tu cuerpo, de que podrás ser feliz con otra persona y de hecho lo serás, pero que jamás podrás evitar preguntarte por qué no pudiste ser feliz a su lado.

Seguramente hay más, pero es lo que yo siento.
TE AMO.

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