viernes, 5 de noviembre de 2010

Fases.

Fase 1. Sientes algo en tu interior cuando lo ves, numerosas sonrisas escapan de tu boca cuando lo piensas, cualquier día malo es bueno si él está ahí contigo, darías lo que fuera por tenerlo.
Fase 2. Tus sentimientos crecen, se intensifican, te hacen ver que no solo hay parte positiva, empiezan a dolerte palabras incuestionablemente absurdas pero que has tenido que escuchar, te das cuenta de que no es solo una persona sino toda tu vida, sigues teniendo esperanzas.
Fase 3. La relación comienza a deteriorarse, sientes que necesitas agarrarte a él y decirle que lo amas, que te abrace, que no puedes vivir sin él. Al mismo tiempo, empiezas a pensar que lo vas a perder, que tus sentimientos y los suyos son diferentes: tú lo amas, el solo te quiere como a otras personas.
Fase 4. Intentas convencerte de que no es la persona para ti, que tienes que borrarlo de tu cabeza y corazón, que volverás a ser feliz cuando desaparezca de tu vida. Llegas a desear no haberlo conocido jamás.
Fase 5. A pesar de las lágrimas, de las veces que ha hecho que tu corazón no quisiese recomponerse después de un duro golpe, de todo el tiempo que has perdido en intentar olvidarlo, de las veces que te has tenido que levantar porque no te quedaba más remedio y fue él el que te hizo caer, de todas aquellas cosas que te hacen pensar que no eres nadie para él... lo amas más que el primer día, más que ayer, menos que mañana.

Y pensarás que no lo fuiste, que nunca te amé, que todo lo que vivimos no fue para tanto...