sábado, 24 de abril de 2010

Qué difiícil es todo.

Qué difícil es todo. Cada día, a pesar de todas aquellas cosas que te hacen sonreir o llorar, piensas que algún día la felicidad pegará a tu puerta. Pero, ¿sabes acaso en qué consiste?
Sales a la calle y piensas que no tienes motivos para preocuparte, que todo está bien y, entonces, la vida y su amiga la tristeza consigue que algo caiga por tu mejilla. ¿Agua? Bueno, no exactamente. ¿Parecido? Por supuesto. ¿Qué es? Una lágrima.

Lloras para que alguien consiga hacerte sonreir, sonríes hasta que alguien te haga llorar. Las cosas van así.

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